Hasta que llega un momento en el que de tantas veces hacer lo mismo no puedes controlarlo y ahora es tu orgullo el que te tragas y entonces.. entonces lloras, lloras y recuerdas todas esas cosas que no dejar de aparecerte por tu mente, lloras porque ya no puedes más, la impotencia llega y tus lágrimas son su acompañante, tampoco es malo, aveces solo lloras para sentirte mejor, y otras porque si no lo haces puedes ahogarte, y llorando, te desahogas, por lo menos interiormente. El que llora no es el más débil, es el que más tiempo ha estado aparentando ser fuerte.
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